viernes, 8 de marzo de 2013

Musulmanes en la ciudad vieja de jerusalén



Dios es Más Grande, Dios es Más Grande,
Dios es Más Grande, Dios es Más Grande.
Atestiguo que no hay más dios que Al∙lâh

Atestiguo que no hay más dios que Al∙lâh.
Atestiguo que Mohammad es el Mensajero de Al∙lâh.
Atestiguo que Mohammad es el Mensajero de Al∙lâh.

Venid de prisa al rezo. Venid de prisa al rezo.

Venid de prisa a la prosperidad. Venid de prisa a la properidad.

Dios es Más Grande. Dios es Más Grande.

No hay más dios que Al∙lâh.

12 de la mañana, hora del rezo para los musulmanes. Como si se tratara de un toque de queda, miles de ellos se dirigen hacia la puerta de los leones para acceder a la explanada de las mezquitas. 15 militares israelís, armados, controlan la entrada del recinto. A nosotros no nos dejan pasar, solo entran las personas de religión musulmana. A la primera llamada al rezo le sigue una segunda que indica que está a punto de  comenzar.

Desde fuera nos convertimos en espectadores de una ceremonia improvisada. A las afueras de la muralla que rodea el templo musulmán, un centenar de hombres se reunen para seguir el rezo desde allí. Colocan la alfombra en el suelo y se ponen de rodillas, agachados, tocando con la frente el pavimento. Durante 5 minutos, la vida del barrio musulman de la old city se paraliza. 
Musulmanes que se dirigen a la mezquita

Militares controlando la entrada por la puerta de los leones

Al acabar la pregaria la marea humana vuelve a tomar las calles, pero esta vez para dirigirse hacia el cementerio musulmán, a las afueras de la muralla de la ciudad vieja. Hasta allí, 4 hombres llevan a hombros un ataud de madera verde decorado con palabas en color blanco. de nuevo, los militares israeís son testigos primordiales de lo qu está sucediendo. Como es habitual en Jerusalén, los agentes, encaramados en las azoteas de los edificios  con subfusiles, controlan todos sus movimientos.
Militares vigilando las calles de la ciudad vieja de Jerusalén






Lidia Bueno

No hay comentarios:

Publicar un comentario